Si mal no recuerdo es la primera vez que me invitan a unirme a un Grupo de Facebook y a modo de presentación para los miembros, sus administradoras me entrevistan. Me ha parecido una forma bonita y gentil de darme la bienvenida. Todo un detalle que, según he visto, tienen con todos los autores a los que invitan. Genial.
Es breve pero sustanciosa y ya que no es posible verla a menos que formes parte del grupo, he decidido transcribirla, así tú también puedes leerla.
Esta es la entrevista que prepararon Celia y Adriana, las administradoras del Grupo.
Creo que más allá de la imagen que tengamos de nosotros mismos, que no siempre coincide con la idea que tienen los demás, lo que verdaderamente nos define como personas son nuestros actos. ¿Qué hay detrás de ellos, cuál es la savia que los alimenta, ese conjunto de creencias que nos mueve y va dando forma a nuestra existencia? En mi caso, hay dos citas que resuenan muy profundo dentro de mí, con las que me identifico completamente y son un poco el filtro a través del cual hago pasar mis decisiones, incluso las más cotidianas. Las tengo en todas partes: en mi corcho, en mi agenda, en la cabecera de todos mis proyectos... Siempre están ahí, recordándome cuál es la verdadera meta, el verdadero objetivo. No siempre lo consigo, claro... ¡Qué más quisiera! Pero como se suele decir la práctica lleva a la perfección y yo no pierdo la esperanza ;) Son estas:
"Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito". (Aristóteles)
“Debes encontrar ese lugar en ti mismo donde nada es imposible” (Deepak Chopra)
Con el tiempo cada vez menos, pero siempre supone un desafío estar solo con uno mismo, enfrentándose a ese espacio en el que lo único que hay son tus ruidos mentales y un papel o una pantalla en blanco. Desapegarse del resultado final y dejar que las cosas fluyan requiere entrenamiento mental y cierta dosis de coraje y disciplina para sentarte a repetir el proceso una y otra vez. Es infinitamente más fácil entrenar el cuerpo que la mente, pero en ello estamos.
En mi caso, las dos cosas, pero porque procuro dedicar algún tiempo a lo largo del año a escribir textos que no voy a publicar. Entonces, no tengo en cuenta ninguna otra cuestión más que a lo que a mí me apetece en ese momento. Da igual si el final es abierto o cerrado, si hay una escena sensual cada tantas páginas o si, por el contrario, mantengo a mis personajes a una distancia no inferior a un metro hasta el mismísimo epílogo. No hay editores haciéndome sugerencias sobre tal o cual escena, ni proponiendo un título más comercial, ni correctores dando vuelta mis frases para que “suenen” mejor. Solo lo verán mis ojos, así que no hay otras reglas que las mías. Pero si lo que escribo va a ver la luz... Todo lo que sale para publicación de mi mesa de trabajo está escrito para mis lectoras. No creo que “escribir para uno” siga siendo una opción cuando escribir es tu profesión.
Desnudo creo que no. Expuesto, sí. Los autores independientes más que los que publican a través de editorial. Yo creo que esa exposición es la parte más aventurera de la vida del escritor, lo que pone el contrapeso a una actividad tan sedentaria, ¿no? Publicar un libro es nuestro momento de adrenalina total, nuestro salto al vacío. Asusta, te dices “debo estar loca. ¿Cómo se me ocurre?”, la noche anterior a que el libro esté a la venta no pegas ojo y hasta que llega el primer comentario de un lector pasas por tu vida de puntillas, casi sin respirar... Pero luego, vuelves a ser parte de ese proceso mágico en el que descubres que tu historia ha conectado con un lector, y luego con otro, y otro más... Escuchas a la gente hablando de tus personajes, refiriéndose a ellos como si fueran colegas, ¡como si fueran humanos! Ves cómo se adueñan de ellos, de la historia, de las emociones...Y entonces, todo cobra sentido, un sentido extraño pero tremendamente real. Y ya estás dispuesta a volver a saltar al vacío otra vez... ¡Es genial!
Uy, montones de planes, montones de proyectos... Pon a una mente inquieta como yo a los mandos de su propio proyecto editorial y el cielo es el límite jajaja Pero como me encantan las sorpresas y no me caracterizo por irme de la lengua, precisamente, lo resumiré de esta manera: ¡Espero seguir saltando al vacío mucho más y mucho mejor!
Gracias, chicas, por invitarme a formar parte de “Donde viven las letras”, por vuestro cariño y por la oportunidad de compartir con vosotras un poquito sobre quién es Patricia Sutherland. ¡Un placer!
Celia y Adriana. Grupo FB "Donde viven las letras"