«... —¡Mira, eso ha sido una patada! —exclamó Dakota. De pronto, del vientre normalmente redondo de su mujer había surgido un pequeño montículo, que aparecía y desaparecía a placer—. A ver si nos sale futbolista… —alzó la vista hasta Tess. Su mirada estaba cargada de ilusión y de asombro.

Ella acarició su rostro con ternura.

—¿Por qué no? En ningún lado está escrito que tenga que ser una motera o una editora…

Dakota se echó a reír y fue entonces, al mirar alrededor, que se percató de que todos estaban atentos a él.

—¿Qué? —preguntó, encogiéndose de hombros. 

—Quién te ha visto y quién te ve —dijo Maverick, sacudiendo la cabeza risueño—. Y pensar que, según dicen, no hace mucho eras la razón de que el bar se llenara todos los días…

—Eh, ¿qué te hace suponer que no sigo siendo la razón? —repuso el motero, vanidoso—. Tú te lo tienes muy creído, chaval. Tus striptease dejan mucha pasta, eso está claro, pero…

—¿Pero qué? —lo pinchó el barman. Desde el primer día habían mantenido una especie de competencia sobre el tema—. A ver si vamos a tener que hacer una encuesta para salir de dudas…

—Pues por mí que no quede —repuso Dakota—. Hablas de pura envidia. Porque te encantaría tener un bebé que diera pataditas.

En aquel momento, Shea se levantó de su asiento. Todos la miraron.

—Seguid, seguid… Yo voy al baño —dijo.

Dylan permaneció observando a su hermana y pensando cuál era el significado de su reacción.

Maverick salió como una flecha detrás de Shea, la tomó de un brazo.

—Eh, preciosa…

—No pasa nada. Tengo que ir al baño, nada más —dijo ella, y ante la mirada desconfiada de Maverick, le dio un beso—. Es cierto, Mav. Enseguida vuelvo, tú sigue comiendo.

El barman regresó a la mesa de mala gana. Miró a Dakota molesto.

—Tenías que decirlo, ¿no? Deberías coserte la boca, colega.

Aunque Shea hubiera respondido “no pasa nada”, él sabía perfectamente que algo pasaba. Estaba bastante seguro de saber qué era. Shea deseaba tener un hijo, pero le preocupaba provocar otro terremoto en la familia. Todavía no se habían recuperado del todo del shock de que ella hubiera rehecho su vida tan pronto tras el divorcio, ni que lo hubiera hecho con alguien siete años más joven. ...»

Momentos Especiales - Evel & Abby

Capítulo 16 (fragmento)