Lo que Patricia Sutherland nos dijo sobre Princesa
JR: Bueno, tras dos años de "ausencia", vuelves a las trincheras. ¿Fue un sabático largo o una inmersión intensiva en otros proyectos personales?
PS: Que recuerde, nunca me he tomado un "sabático" de escritura. No creo que pudiera, la verdad. Ha sido una inmersión intensiva total. Dos años muy interesantes y muy fructíferos durante los cuales he viajado, he participado en un taller literario, he escrito dos novelas largas -una de ellas en un subgénero totalmente nuevo para mí-, otras dos más breves aparte de Princesa, y he firmado un acuerdo de representación con una agencia literaria. ¡No me puedo quejar! Pero, con una mano en el corazón, os echaba muchísimo de menos... ¡Y vengo con las pilas cargaditas, así que espero que hayais descansado bien en las vacaciones!
JR: ¿Alguna vez se descansa suficiente en ellas? Si tú lo consigues, pásanos la fórmula... Respecto al tema que nos ocupa -tu nueva novela-, y antes que nada, acláranos una duda que nos carcome ¿Princesa, vendrá sola... o acompañada?
PS: Jajaja... Por lo que veo, alguien entre bambalinas se ha ido de la lengua... A ver... En un principio, Princesa surgió como un proyecto en solitario, pero esta primavera algunos de los personajes secundarios empezaron a reclamar que contara sus historias. Cada vez que en el pasado me ha ocurrido algo así, no pararon de dar la lata hasta que se salieron con la suya, así que... estoy en ello. Ahora sólo puedo deciros que habrá más novelas, no sé exactamente cuántas ni tampoco si será una serie propiamente dicha, o si se tratará de títulos "conectados", ¿vale? Siguiente pregunta (risas).
JR: Y por un casual, una de esas "conectadas" ¿será un romance interracial?
PS: Jajaja... Pasapalabra.
JR: Venga... ¿No vas a decirnos nada? ¿De verdad? ¿Por qué sois tan hérmeticos los escritores?
PS: No es hermetismo sino más bien coherencia. Princesa tiene muchos personajes, pero el hecho de que se manifiesten ante mí con pancartas exigiéndome su propia novela no implica que todos cualifiquen para merecerla. Y aún no he decidido quién cualifica y quién no. Pero os aseguro que tan pronto lo decida, tendréis la exclusiva.(Risas)
JR: De acuerdo... Hablemos de Princesa. ¿Qué encontraremos en esta nueva novela?
PS: Un historia de amor, que nadie aprueba, entre una treintañera bastante seria y muy culta y un motero que es diez años menor -para ella, casi un niño-, que se desarrolla a pesar de la distancia -viven en continentes diferentes- y los obstáculos como la diferencia social evidente entre ambos, o el conflicto que supone que dos hermanas se enamoren del mismo hombre... Una mezcla interesante con un toque de cayena -bueno, quizás más de uno- gracias al protagonista, que es un tipo muy físico, muy sexual.
JR: Bueno, bueno, bueno... ¿Vamos a tener que abrir la calificación "erótica" en nuestro rating sensual?(Risas)
PS: No, no os preocupéis. Princesa es una novela romántica contemporánea. Sensual, muy sensual diría, pero no erótica por definición.
JR: Para que las lectoras se hagan una idea de cómo son los protagonistas ¿cómo los definirías, en pocas palabras?
PS: Dakota es un antihéroe. Es el típico chico del que tu madre intentaría a toda costa que te olvidaras... No es lo que se dice un "mal tipo", no, pero es un trasto que desquicia a su madre y avergüenza a su padre. Tess, en cambio, es el orgullo de su familia, una mujer que se ha hecho a sí misma, lejos de casa. Quizás, a ojos de los demás, lo que falla un poco en su vida es la faceta sentimental ya que a sus treinta y cinco sigue "soltera y sin compromisos". Pero ella cree que tiene una buena vida, un buen trabajo, buenos amigos... No siente que le falte nada.
JR: Hasta que se va a Inglaterra a pasar un mes con su familia, y vuelve a ver a Dakota, ¿no?
PS: Jajaja... Sí, desde luego... Por un lado, volver a sus raíces, a estar con los suyos, a ser parte de un grupo familiar numeroso y unido supone un cambio drástico a la soledad de su vida en Boston, un lugar que le encanta y en el que vive desde hace quince años, pero que no es su casa. Allí ella es una inmigrante británica... Por otro lado está Dakota. Él ya no es el muchachito desgarbado lleno de acné del que guarda un vago recuerdo. Surge la atracción y viven a ocho mil kilómetros uno del otro, y claro, la cosa empieza a ponerse interesante...
JR: Pero, "atracciones" al margen, por lo que nos cuentas, Dakota y Tess no sólo son diferentes sino opuestos...
PS: Sí, definitivamente. Cuando abrí esa pequeña encuesta para averiguar qué opinaban mis lectoras acerca de si realmente podía salir adelante una relación en la que la mujer es 5 o más años mayor que el hombre y qué hacía falta para conseguirlo, tuve la sensación de que quienes la defendían con mayor entusiasmo eran personas que tenían una relación con alguien afin que simplemente había nacido antes. Pero yo no estaba planteando eso. No pensaba en un hombre que tiene veinte años pero vive, piensa y actúa como uno diez años mayor. O en una mujer de treinta y cinco que en el fondo es una adolescente disfrazada de adulta. Yo me refería a diferencias reales, mentales, emocionales y generacionales. ¿Cómo se plantea la vida hoy en día una treintañera que típicamente tiene su trabajo y vive sola, que se ha hecho plenamente cargo de sí misma? En contraposición ¿cómo es la vida de un chaval de veinticuatro, que sigue en casa de papá y mamá, y alterna contratos basura de seis meses con largos períodos en el paro? La atracción no sabe de certificados de nacimiento, de modo que en un escenario estrictamente sexual -digamos, ocasional- la cosa iría bien. Pero mantener una relación estable con alguien que vive el ochenta por ciento del tiempo en la etapa fiestera, es otra cuestión.
Un conflicto de este tipo es el que quise plantear en Princesa, con el añadido de que el chaval en cuestión no es un desconocido para tu familia, sino el compañero de pupitre de tu hermana pequeña, del que ella, quince años después, sigue perdidamente enamorada. Un señor problema en el que la gente que te quiere, que ve las cosas sin la "bruma" que proporciona el subidón hormonal, se echa las manos a la cabeza, se debate entre intervenir o confiar en que tu gran sentido común -del que has hecho gala toda tu vida y por el que te respetan- hará acto de presencia al fin y las cosas volverán a su cauce... Y al final, el temor a verte sufrir y también los prejuicios ganan la partida, tu familia interviene, toma posiciones... En fin, un auténtico lío... Tess y Dakota son dos temperamentos opuestos. Tienen momentos en los que se ensamblan como una maquinaria bien engrasada, y entonces, tiembla la Tierra... Y hay otros momentos en que la fuerza del choque los arroja a kilómetros uno del otro, y restablecer la comunicación se vuelve difícil...
JR: ¿Y qué hay del romanticismo? Ya sabes que nosotras somos muuuy románticas....
PS: Jajaja... Por supuesto. No podía faltar... En mis historias, especialmente en las que escribo para Jera Romance, siempre hay romanticismo. Quiero que mis personajes experimenten ese "plus" que nace de la intención, del deseo profundo y sincero, de hacer que la persona que aman se sienta especial ¡y de conseguirlo! Y para eso la pasión es necesaria, pero el romanticismo es imprescindible. No es tan "flagrante" como ocurría con los hombres de la serie Sintonías porque Dakota es un antihéroe, así que su forma de expresar -románticamente- lo que siente, también es diferente. Distinta, sí pero igualmente contundente.
JR: Esta vez, entonces, no nos planteas una pareja afin como las que presentaste a través de tu serie Sintonías.
PS: No. Esta vez he querido adentrarme en terreno resbaladizo.
JR: Y hacerlo del brazo de un antihéroe... ¡Toda una aventura!(Risas)
PS: Ya lo creo... Fue un proceso curioso ¿sabéis? Ponerme en la piel de Tess y mirar a Dakota a través de sus ojos y escribir la historia, y luego leerla con los ojos de Patricia y pensar "pero si yo con este tipo no iría ni hasta la esquina"... Jajajaja Con esos pelos que lleva por la mitad de la espalda, y esas manos con restos de grasa, más apropiadas para toquetear motores que para acariciar a una mujer... Fue raro, pero súper divertido.
JR: Aunque nos han cotilleado que a Tess, secretamente, acaban encantándole "esos pelos"...
PS: "Esos pelos" y casi todo lo demás, sí. En el fondo, le resulta asombroso el desparpajo de Dakota, su forma de vestir, su actitud insolente, incluso su avidez... De primeras, lo encuentra asombroso; con el paso del tiempo, además, muy, muy sexy.
JR: ¡Wow!(Risas)
PS: Ya lo creo.
JR: ¿Y él? ¿Cómo es Tess para él, cómo la ve?
PS: Creo que la palabra que mejor lo define es "excitante". En la vida de Dakota sólo hay una cosa que rompe la monotonía de pasotismo y fiesta que caracteriza sus días, y es Princesa, su moto. Todo lo demás le trae al pairo hasta que Tess aparece en escena. La atracción sexual es inmediata y con ella viene la observación y el descubrimiento de aspectos de la personalidad de Tess que lo atraen tanto como su físico y completan el círculo. La ve excitante y súper deseable y se lo demuestra sin cortapisas. Se la come con los ojos... Le da igual dónde estén o quién esté delante... Y eso la confunde, porque Tess no sólo no se considera una mujer guapa, tampoco lo es. Su hermana Abby sí, pero no Tess. Lo que destaca en ella es su lenguaje refinado, su capacidad de escucha, su educación... pero no su belleza. No está acostumbrada a provocar ese tipo de reacciones en el otro sexo... Así que eso la confunde, muchas veces incluso la incomoda, pero también la halaga... mucho más de lo que la confunde...(Risas)
JR: Especialmente, teniendo en cuenta que hace tiempo que ha doblado la curva de los treinta...
PS: Exacto. Él consigue "desempolvar" el lado más femenino de Tess, que vuelva a ser consciente de que además de un cerebro -que ella valora tanto porque sin duda es un cerebro muy valioso- también tiene un cuerpo que despierta el deseo de un hombre, y necesidades emocionales que requieren atención.
JR: Necesidades que nuestro protagonista está más que dispuesto a satisfacer...(Risas)
PS: Por supuesto.
JR: Pero conociéndote, Dakota tendrá que ir mucho más allá...(Risas)
PS: Así es. Ambos deberán hacerlo, porque los obstáculos son grandes y mucho lo que hay en juego, pero a "Melenitas de oro", como es habitual en mis chicos de ficción, le tocará echar el resto.
[Extracto de la entrevista que efectuamos a la autora en Julio de 2010]
Princesa, una novela sobre el amor y la diferencia de edad.
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